patagoniaOtra
La naturaleza permanece en estado originario, las marcas del hombre no le han interferido en su esencia y solo han dejado huellas frágiles. El medio urbano avanza sobre el terreno natural sin reconocer sus condiciones y sus limitaciones. Hasta en las formas de experimentar el paisaje se recurre a lo urbano, lo conocido: de edificio a edificio, lugares fijos, apartados, de donde el entorno es admirado, entendido. La experiencia se reduce a puntos de vista, pero vista sobre los accidentes del paisaje, su excepción. La monotonía siempre se vive de paso. Pero si paramos, si nos quedamos, quizás será posible percibir la suma de accidentes que produce esa monotonía, accidentes ínfimos, pálidos, y sutiles. El paisaje pide segundas y terceras miradas, mientras parece imposible encontrar lugares para quedarse y formas de permanecer. Son esas formas y lugares sobre las cuales queremos pensar.
El taller investigará las posibilidades que brinda un entorno con una presencia apabullante y desorientadora, de condiciones climáticas extremas y, a la vez, cautivantes. Se tratara de entender esas potencialidades y desarrollarlas.